Arquitecta, recibida en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, ejercí mi profesión hasta mi radicación en el vecino país de Chile. Allí retomé la pasión que me acompañó desde la niñez y estudié pintura con María Eugenia Matta y luego con mi mentor, el maestro Francisco Villalón.

De regreso a Buenos Aires, asistí al taller de Heriberto Zorrilla. Posteriormente, me formé en figura humana con el maestro Ernesto Pesce.

Encuadro mis trabajos en el Informalismo Expresionista Abstracto. Manifestado, en mi caso, a través de manchas, aparentemente indisciplinadas, invadidas por trazos, huellas, marcas, líneas, puntos, texturas, grafismos.

Tomo las palabras del gran Wasily Kandinsky : “El color es en general un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana.”